la historia de luz

Me estaba agobiando mucho así que me asome a la ventana, vi. A una pareja sentada en un banco no se sabía donde empezaba uno y donde acababa el otro.
Cogí una manta y subí con cuidado al tejado, allí podía relajarme y mirar las estrellas.
La chica, ya la había visto antes, guapa, ojos azules, cuerpazo y encima era una de las animadoras del instituto.
El moreno, piel morena, ojazos verdes, pelo largo y un estilo muy suyo, me sonaba mucho pero no sabia de que.
Al poco rato, se levantaron y pude verlos, el era Alex, sentí una punzada, antes de que me vieran me baje del tejado y entre en mi habitación.
No dormí nada esa noche, tenia demasiadas cosas en la cabeza, mi madre, mi mejor amiga nunca estaba, en mi casa se han asesinado a 5 personas y no se encuentra al asesino y encima, me estoy rayando mucho con lo e anoche.
Me fui a clase, tocaba química, mi pareja de laboratorio era luz, consiguió distraerme un poco.
Cuando llegue a cas, se me caían las paredes encima, hoy hacia ya cuatro años que mi padre nos abandono, m madre no estaba en casa, me derrumbé, fui a la cocina, había una nota:
Luz lo siento hoy voy a salir un poco mas tarde, quedamos mejor a las cinco y media en la entrada.

Genial, encima tengo que ir con Alex.
Subí a mi cuarto, cogí mi agenda y me puse a dibujar, al poco rato sonó el timbre.
-¿si?- pregunte desde el telefonillo.
-Hola, soy Alex ábreme.
-Que quieres, tengo prisa
-Tengo que hablar contigo.
-¿Que quieres?
-No me dejas pasar.
-No, venga dime lo que quieres y te vas.
-Por favor déjame pasar.
-Vale…
-¿Te pasa algo?
-No, ¿por?
-Te ví ayer en el tejado y no se …
-No me pasa nada vale, me tengo que ir.
-Te acompaño
-No
-Si, tu madre me a dicho que te acompañe
-No hace falta.
Intente irme ero Alex me cogió del brazo
-! ¡Suéltame!
-Deja que te acompañe.
-Que no suéltame me estas haciendo daño.
Alex aflojo un poco intente soltarme pero solo me hacia mas daño, una lagrimas salio de mis ojos
-perdón- me soltó al darse cuenta de que me estaba haciendo daño, y al mismo instante me abrazo.
-No pasa nada
-Lo siento es que eres como una hermana pequeña y no quiero que te pase nada…
-Vale, bueno me acercas o no- dije enjuagándome las lágrimas en las mangas.
-Claro
Subimos a su moto, me daban un poco d miedo, por que con mi padre me caí de pequeña y me rompí dos huesos.
Me agarre con mucha fuerza a su cintura.
-oye que me partes en dos- dijo en tono gracioso para que viese que no iba a pasar nada.
-Perdón, es que tuve una mala experiencia…
-Nada, si quieres reduzco.
-No es agradable sentir el aire en la cara.

Cuando llegamos, le ví irse dejando una nube de polvo, me quede como hipnotizada, hasta que mi madre llego.